jueves, 3 de junio de 2010


Lagunas Costeras, Estuarios y marismas
Las lagunas costeras son extensiones cubiertas por una lámina de agua, más o menos somera. Estas lagunas están separadas del mar por restingas de arena, que, en su día, aislaron una porción de mar dentro del dominio terrestre. También puede tratarse de áreas testigo de antiguas lagunas de mayor tamaño hoy colmatadas de forma natural por sedimentos. Por último, existe un último caso de laguna costera, correspondiente a lo que en nuestro territorio se denominan "ullals", que son que afloramientos de acuíferos situados en llanuras aluviales dominadas por medios de vocación palustre.

La salinidad de estas lagunas es variable, dependiendo de la comunicación de estas con el mar y de la magnitud de los acuíferos terrestres vinculados a la laguna. Se trata en nuestro territorio de lagunas claramente salobres y de otras cuya influencia de contenido en sales marinas imperceptible.

Las lagunas, más o menos salobres, están colonizadas por comunidades acuáticas de macrófitos adaptados a las particulares condiciones de salinidad de cada laguna, que pueden resumirse en comunidades de aguas poco salobres (Clase Potametea y algunas asociaciones de la Clase Charetea) y comunidades de aguas con importante contenido en sales marinas (Clase Ruppietea maritimae, algunas asociaciones halófilas de la Clase Charetea y, puntualmente, también de la Clase Zoosteretea).

Las lagunas costeras albergan importantes representantes de fauna endémica del oriente peninsular ibérico, como es el caso de dos peces endémicos, el samaruc (Valencia hispanica) y el fartet (Aphanius iberus). Además, son parte del hábitat del galápago leproso (Emys orbicularis) y de una larga lista de especies de aves que crían o se alimentan en ellas.
Los estuarios son cuerpos de agua donde la desembocadura de un río se abre a un ecosistema marino, con una salinidad entre dulce y salada, o donde el agua de mar se diluye significativamente con el agua dulce que proviene del drenaje terrestre. En estos ecosistemas existe un gran intercambio de materiales como el agua, la salinidad, los nutrientes, los sedimentos y los organismos vivos. Estas características, permiten que se presente una gran diversidad de ambientes o hábitats.
El ecosistema estuario es extremadamente valioso desde le punto de vista biológico y económico. En este sentido, importantes pesquerías de ostras, camarones y peces existen en los estuarios. Además, estos ecosistemas son esenciales como áreas de crianza de una gran variedad de peces marinos costeros y camarones. Las aves migratorias y residentes, y especies en peligro de extinción como cocodrilos y manatíes utilizan extensivamente los estuarios como su hábitat. Adicionalmente, los estuarios, en algunos casos, son importantes puertos y se utilizan para la navegación industrial y turística.
Los estuarios son ecosistemas abiertos y su utilización inadecuada ha ocasionado efectos adversos debido a contaminación por pesticidas, desechos domésticos y variados contaminantes industriales como metales pesados e hidrocarburos.
La destrucción de las áreas productoras de materia orgánica en el ambiente estuario (pastos marinos, o bosques de manglar), disminuye la productividad del sistema y limita directamente su potencial productivo de especies de importancia comercial como peces, crustáceos y moluscos. Otro factor que afecta los estuarios es la construcción de carreteras, diques, drenajes o estructuras para diversificación de aguas, ya que generan disminución des la escorrentia de agua dulce que llega a los manglares, incrementan la salinidad y reducen el aporte de nutrientes y sedimentos.
En geografía, una marisma es un ecosistema húmedo con plantas herbáceas que crecen en el agua. Una marisma es diferente de una ciénaga, la cual está dominada por árboles en vez de herbáceas. El agua de una marisma puede ser dulce o del mar, aunque normalmente es una mezcla de ambas, denominada salobre. Las marismas costeras suelen estar asociadas a estuarios, éstas se basan comúnmente en suelos con fondos arenosos.
Las marismas son muy importantes para la vida salvaje siendo uno de los hábitats preferidos para criar una gran variedad de vida; desde diminutas algas planctónicas, hasta una abundante cantidad de flora y fauna, fundamentalmente aves.
Las marismas son humedales que se consideran un auténtico ecosistema debido al sinfín de organismos que habitan en él, desde diminutas algas planctónicas, hasta una abundante cantidad de flora y fauna, fundamentalmente aves. Las zonas de marismas son las más ricas y fértiles del mundo en lo que se refiere a cultivo, pues, cuando la marea sube, deposita sedimentos. Esto es debido a que son zonas intermareales, es decir, aquellas donde las corrientes de las mareas provocan la deposición de lodos próximos a la costa. Esos son, fundamentalmente: limo, arcilla y arena. Juntos, además de otros componentes, forman la turba, un material orgánico compacto, de color pardo oscuro y rico en carbono, utilizado como combustible de biomasa y como abono. En el ecosistema de marisma cumplen diversas funciones, entre ellas amortiguar y minimizar las corrientes marinas en momentos en el que exista mucho viento (como en una tormenta).

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